La breve y exclusiva lluvia de la semana pasada provocó una seguidilla de accidentes en el remozado camino de San Julián.
Hasta hace unos diez o quince años, la calle única del pueblo, y en especial la cuesta, se transformaban en un lodazal cada vez que llovía, hasta el punto de impedir el tránsito vehicular. Por lo mismo, no era raro quedar aislados en invierno. Ello llevó a varias administraciones de la Junta de Vecinos a aspirar a tener, si bien no un camino como la gente, al menos algún medio de comunicación para tales eventos. Es así como se logró comprar una radio de banda ciudadana que se instaló en la escuela y que prestó limitados servicios hasta el advenimiento de la telefonía celular -primero- y del teléfono público del FDT después.