El Valle del Encanto

Por admin, 25 Mayo, 2023
Piedra tacita

El Valle del Encanto es un sitio de gran importancia arqueológica, que se encuentra ubicado en una quebrada a 5 Kms. de la carretera Ovalle-Socos (Ruta 45) y a 19 Kms. de la ciudad de Ovalle. En esta quebrada se encuentran diseminadas un sinnúmero de rocas con petroglifos, pictografías y piedras tacitas que pertenecen a una cultura indígena de hace más de 2.000  años, en un área aproximada de 3 hectáreas.

Este monumento histórico se descubrió arqueológicamente en el año 1946 y fue declarado monumento histórico nacional por DS 158 del 5 de febrero de 1973.

Origen e importancia

Su nombre lo recibió al conocerse una antigua tradición de leyendas en torno al lugar, que estaría encantado.

Observarlo, visitarlo, nos hace retroceder en el tiempo y participar en las ofrendas que los primitivos habitantes de la zona realizaban a sus dioses.

Era un lugar donde concurrían cazadores y pastores, aprovechando las excelentes condiciones que posee, principalmente la existencia de agua permanente en su lecho, incluso en años secos.

Las excavaciones en el Valle del Encanto han permitido determinar que fue habitado desde hace casi 4.000  años por grupos de cazadores y recolectores de cierta tradición costera quienes a comienzo de nuestra Era dieron paso a nuevas oleadas de individuos, hábiles ceramistas, recolectores con uso creciente de técnicas agrícolas, ganaderos, semi aldeanos que habitaron el lugar hasta el siglo VII d.C. aproximadamente (Complejo Cultural El Molle).

En el curso de esta pequeña quebrada se encuentra un gran número de petroglifos y pictografías. Asociadas a estas manifestaciones de Arte Rupestre, se ubicó un lugar habitacional, algunas sepulturas y una gran cantidad de piedras tacitas o morteros.

Petroglifos

Se encuentran en la superficie de las grandes rocas y son dibujos de caras con adorno y penachos sobre la cabeza, que sugieren adornos de tocados o tiaras. Pueden ser ovoides o semicirculares, con decoraciones geométricas en su interior. El principal elemento decorativo es la figura humana que se encuentra generalmente en actitud de movimiento. Los rasgos faciales se advierten señalados con círculos y líneas para los ojos, narices y cejas; la boca no se dibuja. Este conjunto de elementos singulares asociados entre sí ha permitido a los arqueólogos formular un estilo de arte rupestre, el «Estilo Limarí».

La técnica utilizada en la decoración de la piedra corresponde al grabado profundo y al picado, y están íntimamente relacionados a la calidad de la roca. Estas primitivas culturas empleaban una herramienta en forma de cuña con punta roma para grabar.

Pictografías

Las pictografías son de color rojo y se encuentran en escaso número. Presentan una temática geométrica de líneas onduladas o quebradas, desvinculadas de las típicas figuras antropomorfas que se observan en los Petroglifos.

En el Monumento Histórico Valle del Encanto, donde se observa una vegetación particular compuesta de arbustos pequeños, cactus y algunos árboles de escasos ramajes, se encuentran las Piedras Tacitas o Morteros. Existen en gran variedad y abundancia; se presentan en tres tipos: Cupuliforme, Elipsoides y Cuadrangulares. Tienen un diámetro que varía entre 10 y 15 centímetros y la profundidad de la excavación oscila entre 4 y 8 cms.

Por su ubicación se cree que son contemporáneas a los petroglifos y pictografías; se utilizaron durante la ocupación del Complejo Cultural EL MOLLE.

Investigaciones

Científicos chilenos han trabajado arduamente en la tarea de clasificar a qué cultura pertenecen estas manifestaciones rupestres, llegando a la conclusión que los PETROGLIFOS, aunque presentan una diversidad en estilos y técnicas, parecen corresponder al Complejo Cultural El Molle (siglo II-VII de nuestra Era).

Las PICTOGRAFÍAS pueden ser manifestaciones más antiguas dentro del contexto, sin embargo, también ubicables dentro del Complejo Cultural EL MOLLE.

Respecto de los estilos representados, los expertos señalan que están estrechamente vinculados a la actividad mágico religiosa, no sólo se refieren a la expresión ritual de un grupo humano, sino que, asimismo, a la ayuda sobrenatural en las actividades económicas representadas a través del arte rupestre, expresadas en la caza y pastoreo.

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