Nuestra prosperidad económica está sólidamente afianzada por el desarrollo de las explotaciones agrícolas, mineras e industriales, cuyo alto grado de eficiencia habéis presenciado en la rápida jira aérea que acabamos de hacer por la provincia. Nuestros 10.000 Km. cuadrados de suelo agrícola explotable comprende una décima parte de tierras regadas, el doble de terreno aforestado y el resto de campos de pastoreo y rulo. El regadío ha tomado gran incremento mediante la construcción de embalses y la canalización de los ríos, pudiendo ahora aprovecharse casi la totalidad de las aguas de lluvias, que ante se perdían en el mar en su mayor parte. El regadío permanente a permitido la división de la propiedad, de manera que tenemos en la provincia 30.000 propietarios de previos rurales cuya extensión es de uno a cien hectáreas como máximum y así hemos obtenido, favorecido por las extraordinarias condiciones del clima, un poderoso desarrollo de los cultivos frutícolas y hortícola, cuyo expendio es muy remunerativo, debido a su maduración temprana.